Una pequeña oda a la inteligencia natural, presente en todas y todos, como parte de algo que nos une, llamémoslo vida, amor o como cada uno quiera y decida. Sin menospreciar a la inteligencia artificial
Tras la crisis del COVID me sentí especialmente atraído por personas e iniciativas de comunidades que han elegido simplificar sus vidas, cuidar y regenerar las tierras donde se han instalado, respetar a los seres vivos que las habitan, siempre cuidando con especial atención las relaciones entre los miembros de los grupos humanos que iban constituyendo
Decidí mostrar el avance de un homenaje a todas ellas y ellos. Su filosofía me recuerda a la de los indígenas norteamericanos cuando mencionaban: “podemos tomar cada decisión teniendo en cuenta a las próximas 7 generaciones por venir…”